Durante más de tres años, el exactor, comediante y ahora presidente de Ucrania, desde 2019, Volodymyr Zelenski, ha luchado contra los invasores rusos mientras cabildeaba por mantener el apoyo de Occidente.
En realidad, sus logros han sido fenomenales, pues, Ucrania aún sobrevive a pesar de la masiva oleada de ataques rusos, gracias a que ha logrado convencer a Estados Unidos y Europa, para que suministren el armamento necesario para defender a su país.
No hay duda, de qué líder ucraniano se ha convertido en toda una personalidad en el mundo, pero ¿acaso puede cantar triunfo?
Estados Unidos, bajo la presidencia de Donald Trump, está considerando dejar de apoyar económicamente a Ucrania, y el propio mandatario ha declarado en varias ocasiones que se retirará si no logra que Moscú y Kiev firmen un acuerdo de paz.
Sin embargo, después de que Ucrania lanzara un audaz ataque con drones contra la flota de bombarderos estratégicos rusos, ahora todos se preguntan cuál será la respuesta del Kremlin.
¿Se sentará de buena fe en la mesa de negociaciones para sellar una paz duradera o continuará atacando duramente con misiles a Kiev y otras ciudades? Y que pasa si Washington se retira, ¿podrán los europeos solos copar el vacío que deje Estados Unidos?
Si bien tanto el Senado estadounidense como la Unión Europea, está en vías de acordar nuevas sanciones a los sectores energético y bancario rusos, incluyendo aranceles del 500% a los productos de países que compren petróleo, gas o uranio ruso, el primer ministro británico ha asegurado que su país se está preparando para un eventual conflicto armado “ante la creciente amenaza rusa”.
Entonces, ¿hay esperanza para Zelenski o habrá que resignarse a una guerra sin fin durante la próxima década?
Putin se ha mostrado cada vez más seguro de su estrategia y ha dado a entender que, no le teme ni a Estados Unidos ni a Europa, a la que considera dividida.
Hace poco, Putin situó a unos 50.000 soldados rusos en la frontera norte de Ucrania en un aparente intento por tomar el control de toda la provincia de Donetsk, en el este del país.
Puede que no lo logre porque las fuerzas ucranianas conocen sus planes y sin duda harán todo lo posible por atacar a las tropas entrantes, pero lo que la ofensiva nos dice más que nada es que, Putin no está interesado en un alto el fuego ni en alcanzar un acuerdo de paz, y que, al menos durante los próximos meses, ordenará a sus tropas que se apoderen del mayor territorio posible.
Esta parece ser su forma de ganar influencia de cara a unas posibles negociaciones para un acuerdo.
Asimismo, todo indica que está dispuesto a perseguir sus objetivos bélicos, independientemente de lo que haga o diga el presidente estadounidense.
Trump ha afirmado que no entiende qué hace el "loco Putin", especialmente después de su conversación telefónica de dos horas, que trajo cierta esperanza de que su interacción con el líder moscovita sería crucial para poner fin a la guerra.
Sin embargo, todas las señales apuntan a que Putin está más listo para una guerra larga que para una paz con concesiones.
