“La sangre del patriota es la semilla del árbol de la libertad”
Han pasado 64 años de aquel 17 de abril de 1961. Fueron, son y seguirán siendo mis primeros héroes 4f5m3t
“La sangre del patriota es la semilla del árbol de la libertad”
Thomas Campbell
Dice la leyenda que el corazón de un desterrado late lentamente, como el de un pájaro herido. No así con los corazones de los veteranos de la gloriosa Brigada 2506. Perder una batalla no implica que se pierde una guerra. La prueba es que los de la Brigada 2506 nunca han dejado de luchar con la misma pasión que lo hicieron en su juventud.
La primera muestra de su devoción por la causa de una Cuba libre se hizo patente cuando después de haber logrado escapar del infierno que se convirtió Cuba y ya en tierras libre, jóvenes en su mayoría, enrumbaron sus pasos hacia una oficina de reclutamiento en Miami para ofrecer sus servicios por la más noble de las causas. Tomar las armas para hacer libre la tierra que los vio nacer.
Algunos llegaron a los campamentos de entrenamiento con tiempo para adquirir algún conocimiento militar, otros apenas tuvieron unos pocos días antes de partir desde tierras centroamericanas en una operación bélica auspiciada por el gobierno de los Estados Unidos.
Eso sí, algunos con más entrenamiento que otros, pero eran cubanos los que iban al frente. La quijotesca misión, era una guerra, y a la guerra se va siempre con la posibilidad de morir. Nunca se piensa en la derrota o peor aún, en el abandono.
La intensa lucha duró tres días, a pesar de que el presidente John F. Kennedy rompió su promesa de dar apoyo. Aquellos héroes se enfrentaron a un enemigo brutal que era también una extensión de la Unión Soviética y el comunismo internacional. Con poco armamento, falta de municiones y sin la ayuda aérea prometida se enfrentaron con una valentía desmedida que solo surge cuando la causa es justa.
Han pasado 64 años de aquel 17 de abril de 1961. Fueron, son y seguirán siendo mis primeros héroes. No solo porque entre ellos estaban mis hermanos, tíos y primos. Pero porque siendo una niña los vi partir hacia lo incierto con la frente en alto y los vi regresar en la misma condición. Su llegada a Miami tras 22 meses de cautiverio sigue siendo entre los recuerdos de mi infancia, uno de los momentos más felices de mi vida. Regresaron orgullosos de haber dicho presente a la oportunidad que se les presentó de servir a la patria.
Como lo hizo Felipito Rodón y lo relata el jefe civil de la brigada Manuel Artime en un poema. Aquel joven de 19 años que cuando se le cuadró militarmente por primera vez le pareció ser un chico travieso jugando a ser soldado, supo enfrentarse a un tanque ruso que pretendió retar el valor de la brigada.
Fue breve. No falló tu puntería.
La explosión te lanzó al suelo inconsciente.
Y aquella bestia herida en agonía,
Pasó sobre tu cuerpo adolescente.
Y te imaginó altivo, sonriente
ante ese Dios que tanto tú querías,
Seguro Felipito, le dirías,
Cuadrando ante el militarmente:
Batallón 2, Señor, de Infantería.
Como en la línea de un poema de T. S. Eliot en “La tierra baldía”, abril es también “el mes más cruel”. El abril en el que Cuba vio derramada la sangre de sus hijos en batalla. El abril que presenció el fusilamiento de combatientes capturados. El abril de la rastra de la muerte en la que encerraron a mi hermano Humberto y 9 de los más de cien murieron asfixiados. Para ahorrarnos las balas como diría Osmany Cienfuegos. El abril de los crímenes de guerra, el abril del abandono. El abril que como cada año queda marcado por el recuerdo y el compromiso de no olvidar a quienes murieron en combate. El abril de héroes contemporáneos, hijos de Cuba que dijeron presente en el momento que llamo la patria.
Como cada año el 17 de abril habrá un pase de lista y se escucharán los nombres de los mártires frente al monumento a los héroes de Girón y como cada año los que estaremos allí, responderemos: “¡Presente!”
Diremos “presente” con nuestros corazones cargados de orgullo y diremos “presente” por el compromiso con esa desafortunada isla aún esclava, pero no olvidada. Que no lo dude nadie, esa Cuba hoy secuestrada, llegará el día que como un rehén que no se rinde, también será libre.