@ElkisBejarano
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MIAMI. - Mientras el mundo se paralizaba por el confinamiento debido a la pandemia, Andreina Peralta y Luis García propietario de la empresa Pabailá, decidieron hacer una presentación en línea con la intención de animar a seguidores porque sabían que muchos no la estaban pasando bien. Lanzaron una promoción. Invitaron a que la gente se vistiera de gala, a que conectara el celular a una y que bocina como si estuviesen en una verdadera fiesta. Iniciada la transmisión se sorprendieron cuando canción tras canción iban sumando seguidores conectados y al poco tiempo llegaron a tener más de 400, por lo que entendieron que de alguna manera ese era el camino para aportar y así ayudar a otros a sobrellevar los difíciles momentos que se vivían.
La historia Pabailá se inicia años atrás en Caracas, donde Andreina y Luis llegaron a ser referencia en las producciones de eventos familiares y corporativos. Una empresa próspera que se vio obligada a mudarse al sur de la Florida. “Fuimos secuestrados dos veces. Como terminábamos de trabajar a las 4 o 5 de la mañana, teníamos que esperar que amaneciera para irnos a casa por la inseguridad”.
Comenta Andreina que llegaron a Miami, y como la mayoría de los inmigrantes, tuvieron que empezar de nuevo. Se presentaron en restaurantes, en fiestas de conocidos, entregaron tarjetas para promocionarse, no solo entre sus coterráneos sino en otras comunidades que hacen vida en el sur de Miami. “Además de los maravillosos clientes venezolanos, tenemos bellos clientes de Colombia, de Ecuador, de Cuba. De los eventos de las empresas nos han llevado a las celebraciones en sus hogares. Nuestra música es variada, podemos ofrecer un set completo de boleros hasta los ritmos más actuales”.
Aseguran que a principios del 2020 ya tenían casi todo el año vendido. “Y no solo nosotros como dúo, sino teníamos contratada la orquesta que ofrecemos que consta de 5 músicos. También la producción de algunos eventos. Ya estábamos viendo que el trabajo de varios años estaba ofreciendo la estabilidad que queríamos”.
Y llegó la pandemia. Y todo se canceló: las bodas, los aniversarios, los cumpleaños, los eventos corporativos. Todo se cerró y quedaron sin contratos. “Hubo mucha preocupación porque nosotros vivimos de esto. Y como no puedo dejar de cantar, le dije a mi esposo que iba a comenzar a hacer los lives para nuestros seguidores y de verdad fue maravilloso. Comenzaron a escribirnos. Nos pedían que en vez de una hora extendiéramos a dos. Se conectaba gente de todas partes del mundo, y mucho nos enviaron propinas a través de Zelle, y sin pensar que ésta podía ser una solución económica comenzamos a recibir el incentivo de la gente”. Además, comenta que emprendedores de Miami que seguían reinventándose les pedían que los mencionáramos y ellos pagaban, por lo que asegura que pudieron mantenerse por ese tiempo.
El negocio online dio un paso más adelante cuando una seguidora desde Dubai le pidió que le hicieran la fiesta a su hermana que estaba en Europa, pero debía ser a una hora específica para coordinar los horarios con los que estaban en Venezuela. “No entendía muy bien qué podíamos hacer y cómo sería, pero le dijimos que sí e hicimos nuestra primera fiesta online. Por lo que comenzamos a hacer promoción y de ahí vinieron las llamadas. Hicimos celebraciones para todo tipo de encuentros con gente de todas partes del mundo”.
Otro reto en plena pandemia
Y como si no hubiese sido difícil la migración, o levantar un negocio de música en el sur de la Florida, o enfrentar los embates de la pandemia, se les vino encima otro obstáculo inesperado. En octubre del 2020 un fuerte y constante dolor abdominal obligó a Andreina Peralta a hacerse un chequeo, y a pesar de que no había un mal pronóstico cuando los médicos intervinieron para extirpar el quiste se percataron de que era necesaria una histerectomía total y necesitaría quimioterapia.
“Este país ha sido maravilloso. Gracias a Dios que estoy aquí y que he contado con toda la ayuda para salir adelante. He recibido los mejores tratamientos médicos y de verdad estoy agradecida”.
Ahora Andreina, así como no sabía que un primer live le abriría la posibilidad de seguir cantando en medio de la pandemia, tampoco se imaginó que este duro momento la llevaría ahora a ser inspiración para muchas personas al ver su capacidad de reconstruirse, de reinventarse y de mostrar su mejor sonrisa. “Sí, fueron momentos muy difíciles. Toqué fondo, pero nunca he dejado de cantar. No he tenido que faltar a ningún compromiso. La semana pasada terminé mi ciclo y sigo hacia adelante. Sueño con que nuestra empresa sea como era en Venezuela. Que sea referencia en el mundo de los eventos en Miami, y estamos seguros de que sí lo vamos a lograr”.