La decisión también cerró la puerta que pretendía dejar abierta el Departamento de Justicia para reactivar el caso en el futuro 523l1s
El alcalde de la ciudad de Nueva York Eric Adams.
AFPNUEVA YORK — El juez Dale Ho, a cargo de la causa por presunta corrupción contra el alcalde de Nueva York, el demócrata Eric Adams, desestimó de forma definitiva los delitos que se le imputaban y, en una decisión que va más allá de lo que pedía la Fiscalía, decretó que los cargos no puedan volver a ser presentados en el futuro.
En un documento de 78 páginas, el juez Dale Ho del Tribunal del Distrito Sur de Nueva York acordó este miércoles "conceder" la moción propuesta por el Departamento de Justicia (DOJ) de archivar los cargos por corrupción contra el alcalde demócrata, quien corría el riesgo de enfrentar un juicio a partir de abril.
El Departamento de Justicia abogó por desestimar los cargos de forma temporal, argumentando que estos interferían en la capacidad de gobierno del alcalde, especialmente en lo relacionado con las políticas migratorias, pero esto dejaba la puerta abierta a que en el futuro se pudieran retomar las acusaciones.
Adams estaba acusado de financiación ilegal de campaña política y de recibir sobornos de funcionarios y empresarios turcos.
Pero más importante para el alcalde, que se ha declarado inocente de estas acusaciones, es que el juez también cerró la puerta que pretendía dejar abierta el Departamento de Justicia para reactivar el caso en el futuro.
"El DOJ no busca terminar este caso de una vez por todas", razona el juez. "Más bien, su solicitud, si se concede, dejaría al alcalde Adams bajo una nueva acusación en cualquier momento y por cualquier motivo".
Ello crearía, agrega, "la inevitable percepción" de que el alcalde "podría estar más en deuda con las exigencias del gobierno federal que con los deseos de sus electores" para llevar a cabo las políticas antinmigración de Trump en Nueva York, un santuario hasta ahora de la inmigración que limitaba su cooperación con las autoridades migratorias.
La orden de la istración del republicano a mediados de febrero provocó un terremoto político y la dimisión de más de media docena de fiscales en Nueva York y Washington, entre ellos la titular en funciones del tribunal neoyorquino Danielle Sassoon, designada por Trump por considerar que "equivalía a un quid pro quo".
Por su parte, una fuente del Departamento de Justicia estadounidense alertó de que esta resolución es un ejemplo de utilización de los recursos como "arma política", y recalcó que la Fiscalía está ahora centrada en "arrestar y procesar a los terroristas" que amenazan la seguridad nacional.
El número dos del DOJ, Emil Bove, que fue abogado de Trump en el caso por el supuesto pago a la exactriz de cine porno Stormy Daniels, arguyó que el proceso al alcalde le impedía perseguir la inmigración irregular en la ciudad de 8,5 millones de habitantes e interfería en su campaña para la reelección de noviembre de este año.
"Hoy pasamos una página" en un caso "sin fundamento que nunca debería haber llegado a los tribunales", se congratuló Adams, otrora una de las figuras en alza del Partido Demócrata, considerado a sí mismo como el "Biden de Brooklyn" (en referencia al presidente demócrata Joe Biden).
El alcalde, que antes de ser político fue capitán de la policía neoyorquina, cortejó al magnate republicano desde su victoria en las elecciones de noviembre.
Tras reunirse con Thomas Homan, el zar de las fronteras de Trump en febrero, Adams firmó una orden ejecutiva para permitir al mes siguiente a los agentes del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) el a la cárcel de Rikers Island, un acto que, según el juez, "parece ser contrario a la ley de la ciudad de Nueva York", que ha recibido más de 200.000 inmigrantes desde la primavera de 2022 y ha causado una crisis económica en la ciudad, algo que manifestó en su momento el alcalde y que no fue bien recibido por la entonces istración Biden.
Desde que fue formalmente inculpado en septiembre pasado, Adams ha mantenido su inocencia y se ha negado a dimitir, pese a que muchos de sus colaboradores le fueron dejando solo, entre ellos cuatro de sus principales adjuntos.
Solo la gobernadora del estado de Nueva York, Kathy Hochul, también demócrata, tiene la capacidad de cesarlo, pero hasta ahora se ha resistido a hacerlo.
FUENTE: Con informaciòn de AFP y Europa Press
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