DIARIO LAS AMÉRICAS conversó en exclusiva con Clarissa Egaña para conocer cómo Port de Bras ha sido sinónimo de éxito.
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La diseñadora venezolana Clarissa Egaña.
Cortesía/Vía Blue Press Service
¿Cómo recibes la noticia de alzarte como Diseñadora Latina del Año en el Pitch to LAFS?
El reconocimiento fue bien recibido, ya que el trabajo que hacemos en la marca tiene un mérito más valioso del que, por lo general, se le reconoce en la industria de la moda deportiva.
Nuestra marca tiene un ADN muy especial que trabajamos muy duro para que el diseño hable por sí mismo; es decir, no trabajamos con logos o distintivos sobre la ropa, la gente reconoce nuestra firma por esa manera que tenemos de crear piezas con un diseño muy particular.
A esto se suma el tema de sostenibilidad y responsabilidad social detrás de la marca: cada pieza impacta en la salud de nuestras clientas y en el planeta porque utilizamos telas no tóxicas, 100% biodegradables, con tecnología que emana rayos infrarrojos para aumentar el rendimiento y recuperación de la circulación de la piel. Y al ser biodegradable, cuidamos este aspecto de nuestro ambiente.
¿Cómo ha aportado este reconocimiento a tu marca y a ti como diseñadora?
Ha aportado desde muchos ángulos, ya que refuerza nuestro vínculo con la comunidad latinoamericana y también refuerza todo lo que hay detrás.
Para lograr este premio, tuvimos que mostrar ante los jueces toda nuestra historia y una presentación de cinco minutos donde se proyectaban los diferentes aspectos de la marca. Que los jueces hayan quedado tan contentos con nuestro trabajo, sobre todo desde el punto de vista interno, es muy gratificante. Y desde el punto de vista externo, han sucedido muchas cosas, que seguirán sumando.
Recientemente estuviste en la Design Week República Dominicana, ¿cómo fue la experiencia y qué aprendizaje resaltas?
Mi experiencia en República Dominicana fue maravillosa, como siempre. Yo tengo un vínculo muy especial con ese país y es nuestra intención seguir reforzándolo porque es una comunidad que nos ha apoyado mucho.
A ello se suma que es un lugar donde viví con mi familia durante un tiempo y que tiene un espacio muy especial en mi corazón porque nos conecta mucho con nuestra cultura: los venezolanos y dominicanos creo que nos parecemos mucho y nuestros países también; así que el estar ahí me hace sentir muy cerca de casa y más cundo ahora vivo en Europa. Todos esos acercamientos hacen que vuelva a mis raíces y a la inspiración que da vida a la marca Port De Bras.
Al ser Port de Bras el nombre de tu firma, ¿tienes algún vínculo con el ballet?
Siempre me llamó la atención la elegancia, femineidad y belleza de las bailarinas calentando en la barra por lo que el ballet representa el comienzo o la raíz de la inspiración de esta marca. El elemento de la nostalgia que sentimos las mujeres hacia nuestros años de infancia -en las que muchas hemos pasado por el ballet como disciplina, como baile, como forma de ejercitar- tuvo mucho que ver.
Cuando el ejercicio de barre se puso de moda, yo vivía en Estados Unidos y solía practicarlo muchísimo, pero me llamaba la atención que no hubiese ropa diseñada más acorde a la disciplina. Era como ir con cualquier ropa de gimnasio a una clase de barre y no me parecía cónsono. Es allí, cuando parten los primeros diseños.
Nuestro primer leggins fue el christi leggins que -justamente- era eso, la simulación de una falda con la malla y el calentador.
¿Cómo es el proceso para diseñar tus piezas?, ¿cuáles son los elementos que consideras?
Los procesos comienzan mucho por ver todo lo que ha sido el reflejo de los últimos viajes que hemos hecho durante estos años. Es ver inspiración en el patrón de un piso, el patrón de una cerámica, de un tejido; o, puede ser la silueta de una silla, un espejo, mesa; o, puede ser algo que vemos en una pasarela o que vemos en la naturaleza.
Realmente la inspiración puede llegar de cualquier lugar. Lo que sí es cierto es que buscamos que se hile muy bien de una colección a otra y si, en este caso, vamos a cambiar una silueta, entonces tratamos de mantener siempre colores o algunas piezas de antes y combinarlas con las nuevas para que también haya sostenibilidad en términos de diseño y continuidad en las colecciones; de esta manera, las piezas se sientan atemporales.
¿Cuál es el alcance de la marca y desde dónde producen?
Ahora, el alcance es internacional. Estamos presentes en todos los continentes y producimos tanto desde Venezuela -colecciones pequeñas, piezas a la medida y colaboraciones- como desde Portugal, donde elaboramos gran cantidad para suplir grandes tiendas del mundo.
¿Cuántos años llevas en el diseño?, ¿cómo surge el interés?
Mi pasión por la moda nació realmente desde que tengo uso de razón. Siempre me encantó crear looks desde los pareos de mi abuela a dibujar vestidos.
Yo creo que no había ni un cuaderno de primaria, ni secundaria ni de la universidad que no tuviera un vestido, un diseño o alguna cosa mía pintada que tuviese que ver con moda.
Mientras estudiaba mi segundo año de Derecho arranqué con una marca de traje de baños en la que yo diseñaba, cortaba, hacia patrones, desde un taller de costura que tenía. Creábamos trajes de baños a la medida con textiles brasileños. Allí, en Brasil, fue donde se produjo la evolución hacia Port De Bras porque toda mi experiencia con textiles había sido en lycra y la verdad quedé muy contenta con la durabilidad y calidad de sus textiles. A ello se suman las propuestas ecológicas y sostenibles que hay en ese país.
Cómo venezolana, ¿quiénes son tus inspiraciones en la industria de la moda?
Como venezolana lo más importante para mí es crear plazas de trabajo en mi país y crear bienestar e impacto positivo allí; bien sea a través de los empleos o de las fundaciones y ayuda de caridad. Creo que eso es lo más importante.
Más que la inspiración que yo pueda haber recibido, se trata también de la inspiración que yo quiero dejar como legado porque considero que se pueden hacer las cosas bien y se puede crear ese bienestar a través de la realización de un sueño. Siempre que haya propósito y ganas de mejorar la calidad de vida de otras personas a través de nuestros propios proyectos, creo que eso es lo más importante.
Ahora, si tuviese que nombrar a una diseñadora sería Carolina Herrera, a quien le tengo una enorme iración y aprecio; además de agradecimiento personal por todos sus consejos y cariño recibido.
¿Cuál es el sueño por lograr?
Sueños por lograr son muchísimos, sobre todo cuando hay infinidad de cosas que queremos hacer aún como equipo y también desde mi punto de vista como diseñadora.
En este momento el foco es seguir haciendo las cosas bien, seguir creciendo, manteniéndonos en las tiendas en las que estamos, teniendo un buen rendimiento y seguir creando impacto positivo, tanto para las personas que nos rodean como para jóvenes en la industria de Latinoamérica.
Tal es el caso de aquí, en España, donde se me acercan muchísimos jóvenes porque quieren emprender en la moda y buscar apoyo. Yo creo que eso es lo importante en cualquier proyecto que uno quiera emprender: saber que no se trata de un proyecto individual sino colectivo, en equipo, donde la idea principal sea que la mayoría de las personas a tu alrededor puedan disfrutar de los beneficios que puedas brindar.