Gran Canaria, un continente en miniatura 5j5s6n

A escasos kilómetros de la costa oeste de Marruecos y a dos horas y media de vuelo de Madrid, sentimos la sensación de haber llegado a las Islas Afortunadas que, como mito, fueron narradas por multitud de escritores clásicos.

La isla, que apenas rebasa la quinta parte del territorio de Puerto Rico, tiene por fortuna una temperatura primaveral casi todo el año.

El contraste de paisajes, con zonas áridas y subtropicales, que originan profundos barrancos y altos acantilados, conlleva a exuberantes bosques de pinos, cerros y altitudes que contrastan con playas de arenas de variados colores, zona desértica en el sur y una ciudad en el norte que se muestra más cosmopolita cada vez.

Gran Canaria es la más poblada de las siete islas canarias. Con su inmensa gastronomía, dada por carnes, papas y suculentos guisos, tiene por ciudad capital a Las Palmas de Gran Canaria.

En el noroeste de la isla está Las Palmas de Gran Canaria, la más cosmopolita de las ciudades canarias, donde un fastuoso carnaval, que lucha a toda costa competir con los mejores del mundo; se apodera de las calles cada mes de febrero. Puerto de para cruceros y comercio internacional que además de la oferta gastronómica regional e internacional, así como otra de entretenimiento, complace el gusto por la música, el baile y alguna buena función de teatro.

En esta ciudad encontramos el muy señorial barrio de Vegueta, el más antiguo de la isla, donde la conquista hispánica comenzó en 1478. Allí, entre calles empedradas, está el Museo Canario, que cuenta la historia de las islas; la Catedral de Canarias, la célebre Casa Museo de Colón, con biblioteca y centro de estudios especializados; que fue la antigua sede del gobernador español a donde Cristóbal Colón acudió a solicitar ayuda para componer La Pinta, cuando recién iniciaba su primer viaje al Nuevo Mundo en 1492.

“Aquí se respira el presente y el pasado”, comentó José Antonio, quien lleva unos cuantos años a cuestas; un asiduo cliente del bar Charleston en el barrio de Vegueta.

“Mi padre me llevaba a pasear a la plaza Santa Ana (donde se encuentra la Catedral) y hoy los edificios siguen en su lugar. Tal vez algún color diferente, pero ahí están”, afirmó con ese peculiar acento isleño, sin pronunciar la zeta o la ce como hacen en Madrid; que acerca al canario a los pueblos de América Latina.

Al otro lado de lo que fue el barranco de la Guiniguada, donde hoy desemboca una carretera, surge Triana con el muy austero teatro Pérez Galdós y su calle peatonal repleta de locales comerciales.

El patrimonio histórico de la zona es de una gran variedad, donde, aparte de solemnes ejemplares de la arquitectura tradicional canaria, hay edificaciones eclécticas, modernistas y racionalistas.

Hay más. La Avenida de Canarias, que todos llaman la vía marítima, ofrece una atractiva vista panorámica entre el mar y la ciudad más moderna. Por esta calzada, tras un par de volteretas, llegamos a Playa de las Canteras, adonde los canariones van a celebrar sus horas libres.

Cuesta arriba

Dejamos atrás a la ciudad, mientras vemos que las nuevas autopistas parecen burlar las alturas. Unos minutos más y comenzamos la travesía por carreteras de mil curvas, desde donde los pueblos parecen colgar en las alturas con sus habitantes más y menos afortunados.

Cuando llegamos al centro de la isla, donde poblados y sorprendentes paisajes discuten la atención, encontramos el macizo más empinado que lleva por nombre Roque Nublo.

En ese lugar, frente al espectáculo de la naturaleza, con sus elevaciones y el contraste de la arquitectura de los pueblos de Tejeda y Artenara, reina la calma que sólo este paraje es capaz de ofrecer.

Sur

Si necesita sol y una temperatura más cálida, vaya cuesta abajo, por la carretera CG-60, rumbo sur, donde le espera Maspalomas con su dunas y playa tropical.

Es un lugar que todos llaman el ‘sur’ y adonde acuden más turistas todo el año. Es el sitio donde, prácticamente, lo prohibido no lo está.

Además de plenitud de discotecas y bares para todos los gustos, hay libertad de tomar calor en la playa sin tener que cubrirse mucho.

¿Cómo llegar?

Varias son las aerolíneas que prestan servicio desde Miami y las principales ciudades de Estados Unidos a España.

Esta vez viajamos en cómodos aviones Boeing 787 de Air Europa, que cuenta con tarifas más económicas y dos tipos de cabina: clase ejecutiva, con servicio personalizado y cómodas butacas que puede convertir en camas con solo pulsar un botón, y la clase turista que complace expectativas.

El servicio en clase ejecutiva cuenta con una atractiva selección de bebidas y vinos, así como cena y desayuno.

Desde Madrid puede trasladarse a Gran Canaria en otro cómodo avión. De hecho, Air Europa cuenta en el aeropuerto de Madrid con una amplia red de conexiones a destinos europeos, incluyendo España.

Si porta pasaporte estadounidense no necesita visa, pero si viaja con el documento de otro origen, comuníquese con la oficina consular española para recibir información adecuada.

¿Dónde hospedarse?

Gran Canaria cuenta con una amplia oferta de hospedaje para todos los bolsillos. Hay desde hoteles y apartamentos hasta estudios y hostales.

Ahorrar dólares

El dólar estadounidense es fuerte frente a la moneda europea y viajar al Viejo Continente es más económico que antes.

No obstante, siga estos consejos para facilitar el valor de su bolsillo. NO CAMBIE DINERO antes de viajar ni tampoco lo haga en el destino. La mayoría de los turistas tienden a cambiar dólares e ignoran que son tasados con una comisión que muchas veces es excesiva.

Mejor deposite el dinero en su cuenta bancaria y utilice la tarjeta ATM tan pronto llegue al destino. Así ahorrará la comisión del cambio y obtendrá la mejor tarifa internacional disponible ese día.

Consulte a su institución bancaria sobre un posible cargo por el servicio internacional.

También puede usar tarjetas de crédito en tiendas, restaurantes y hoteles.