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El músico estadounidense Billy Joel actúa en el escenario durante la 66ª edición de los premios Grammy en el Crypto.com Arena de Los Ángeles el 4 de febrero de 2024.
AFP/Valerie Macon
El documental Billy Joel: And So It Goes, estrenado esta semana en el prestigioso Festival de Cine de Tribeca, revela que el artista, en sus primeros años de carrera, intentó quitarse la vida en dos ocasiones, sumergido en la culpa y la desesperación tras una aventura amorosa con la esposa de un compañero de banda.
El documental narra cómo un joven Joel, de poco más de veinte años, inició un romance con la esposa de su compañero de banda en Attila, el baterista Jon Small. El propio cantante confiesa el inmenso remordimiento que lo invadió, describiendo su sentir como el de un rompehogares consciente de que la pareja tenía un hijo en común.
La aventura terminó abruptamente tras una fuerte discusión y la disolución de la banda, una vez que Joel confesó a Small sus sentimientos por Weber. Tras la ruptura personal y profesional, el músico neoyorquino cayó en un profundo abismo de depresión y alcoholismo.
"Pensé: 'Ya está. No quiero vivir más'. Tenía mucho dolor y pensaba: '¿Para qué seguir así? Mañana será igual que hoy, y hoy es un desastre'. Así que pensé en acabar con todo", relata Joel con cruda honestidad en la producción.
El documental detalla los dos intentos de suicidio. En el primero, Joel ingirió una gran cantidad de pastillas para dormir facilitadas por su hermana, que era asistente médica. Esto lo llevó a un coma hospitalario de varios días, provocando una profunda culpa en su hermana.
En el segundo intento, el cantante bebió líquido limpiador. Paradójicamente, fue su antiguo compañero, Jon Small, quien lo encontró y lo llevó al hospital, salvándole la vida.
Después de estos oscuros episodios, Billy Joel buscó ayuda profesional, canalizando sus intensas emociones en la música.
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