En periódicos y revistas el horóscopo es una sección popular. Y es que desde tiempos remotos la necesidad de saber qué va a pasar en el futuro acompaña al ser humano y perdura hasta hoy.
Opuesto a la astrología tradicional, la astrología psicológica, que es una ciencia que combina la astrología clásica conocida y manejada por todos, y la psicología que permite la realización personal de cada individuo, no intenta vaticinar el futuro de las personas, simplemente se inclina a ayudarlas a conocerse a sí mismas, razonar por qué son de cierta forma, cómo pueden optimizar las partes positivas de su personalidad y cómo reformar aquellas negativas, mostrando el hecho de que cada uno es el capitán de su vida y del curso que esta toma.
Esta fusión se inició alrededor del 1930 cuando el psicólogo suizo Carl Jung divulgó sus observaciones de la astrología, pero desde una mirada científica y psicológica. Jung dijo: “la astrología tiene asegurado el reconocimiento de la psicología, sin ulteriores restricciones, porque la astrología representa la suma de todo el conocimiento psicológico de la antigüedad”. Jung planteó que la vía para la sanación psíquica es el proceso de individuación y llegada al verdadero yo. De forma similar, el camino de la astrología trata de esclarecer nuestras sombras, llegar a conocernos mejor e interpretar nuestra auténtica naturaleza, para luego poder trascenderla.
Enfocándolo desde esta perspectiva podemos analizar la información de la carta natal e investigar profundamente temas tan significativos como las fases de la niñez, los conflictos psicológicos, el matrimonio de los padres y su proyección en la vida adulta, la dinámica de la juventud, la sexualidad, el reloj interno, la evolución de la conciencia, la agresividad, la depresión y muchos otros, permitiendo que la psicología al utilizar la astrología se convierta en una excelente herramienta de auto conocimiento. Realizar terapia psicológica gestáltica, cognitiva, o cualquier otra, es más rápida y efectiva si se tiene presente la carta natal del paciente.
Para interpretar mejor el enfoque que muestra este nuevo planteamiento, examinemos algunos ejemplos: en el caso de las subpersonalidades (las subpersonalidades de un individuo están vinculadas a sus roles familiares, sociales y profesionales, ejemplo: los roles de padres, hija, hijo, jefe, colega, esposa, etc. ) y las crisis psicológicas que éstas generan, se observan las posiciones planetarias y los os que estas hacen con todos los patrones de la carta demostrando que regularmente hay sectores de la carta natal que la persona no vive conscientemente o bloquea de algún modo y termina proyectando estas energías al exterior o en las personas con las que se relaciona, provocando conflictos con ellas por el desconocimiento de esta dinámica inconsciente. Todos somos energía, la astrología psicológica funciona a partir de la energía con que estamos fusionados al nacer, no solo por el signo zodiacal que ya conocemos, sino por los planetas y las relaciones angulares entre ellos.
Si reconocemos la naturaleza de nuestra composición energética, lograremos utilizar nuestros recursos de una forma más creativa y positiva, es decir, hacer conscientes nuestros patrones inconscientes.
Otro ejemplo seria la persona con una concentración muy fuerte de energía neptuniana en su carta natal, mal canalizada, es común que no puedan conseguir pareja porque temen ser traicionadas, y es que inconscientemente tienen una atracción hacia ese tipo de personas, es la que en una consulta te dice que siempre le tocan parejas que son infieles.
La gran parte de nuestros conflictos psicológicos se solucionan siendo conscientes, por eso la astrología le tiende una mano fuerte a la psicología descubriendo y ayudándola a disolver mecanismos subconscientes que no nos dejan fluir.
La astrología nos permite leer el guion que nos toca actuar y la psicología como método científico es un medio para tomar consciencia de este rol.
