QUITO.- El Gobierno de Ecuador completó el traslado del líder de la banda Los Choneros, José Adolfo Macías Villamar, alias "Fito", a la cárcel Regional de Guayaquil, de la que fue sacado en agosto en un amplio operativo para trasladarlo a la prisión de máxima seguridad de "La Roca", después de que así lo haya dictado un juez.
Unos 4.000 efectivos participaron en el primer operativo de traslado, lo que daba cuenta del riesgo que implicaba mover a una persona sobre la que pesan dos condenas por una batería de delitos, incluido el asesinato, y que tenía amenazado al difunto candidato presidencial Fernando Villavicencio, abatido a tiros en plena campaña electoral.
El juez, sin embargo, entendió que las autoridades no habían presentado los informes que justificasen estos movimientos, por lo que ordenó su retorno a la prisión Regional. "Esa orden ha sido cumplida", confirmó el ministro de Gobierno, Henry Cucalón, en declaraciones a la cadena Ecuavisa.
Cucalón alegó que el Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de la Libertad y a Adolescentes Infractores (SNAI) sí presentó las justificaciones que el juez echaba en falta y cuestionó por tanto la orden judicial que ha permitido la vuelta de "Fito" a su antigua cárcel, donde aparentemente tiene más margen de maniobra.
Los Choneros es la banda más peligrosa de Ecuador. Alias Fito es líder de la banda desde 2020. Cumple una condena de 34 años de cárcel por "delincuencia organizada, narcotráfico y asesinato".
El excandidato presidencial Fernando Villavicencio denunció en varias oportunidades que había recibo amenazas de muerte de parte de Fito. Villavicencio había realizado varias investigaciones periodísticas sobre cómo operan los cárteles del narcotráfico en Ecuador. Asimismo, había denunciado la penetración del narcotráfico en la política.
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Una de sus promesas electorales era la lucha contra las "estructuras criminales". Villavicencio había manifestado que no le tenía miedo a estas amenazas. "Que vengan los sicarios, aquí estoy yo", había señalado tan solo un día de ser asesinado.
El político recibió tres disparos en la cabeza en el momento en que salía de un acto de campaña en Quito.
FUENTE: Con información de Europa Press